A MI VIEJO
A menudo me da bronca recordar nuestro pasado.
Pues quedo embargado de momentos que jamás recuperamos.
Yo, en mi egoísmo juvenil, deje mil cosas por decir.
Quizá las mismas que tu orgullo y adustez,
a vos no te dejaron.
Luego los años sin piedad,
sin darnos tiempo a conversar, nos separaron.
En mi era el tiempo de volar,
de abandonar aquel hogar que construiste con tus manos.
Y en Vos…
en Vos el tormento de aceptar
que ya era tu hora de soltar; de abrir la jaula de esas manos.
Y hoy, en esta adulta madurez,
a veces lloro sin querer al recordarnos.
Perdiendo abrazos que negué,
tantos instante que ignore de aquel pasado.
Perdimos tanto sin saber,
yo no te supe comprender; y aun te extraño.
Tu inmenso amor se quedó en mí
y mi juventud murió contigo, aquella tarde.
Y cada vez que pienso en vos
me duele tanto aquel adiós, que aun no consigo consolarme.
Y cada vez que pienso en vos,
como un puñal en mi interior, siento el deseo de abrazarte.
Perdimos tanto sin saber,
yo no te supe comprender; y aun te extraño.
Papa……
Los que aún lo tienen disfrútenlo y no lo priven (ni se priven!!) de los abrazos, las palabras; y sobre todo, la comprensión que Ellos se merecen…!!
Ignatius Bor.