LA VIDA DE PEPITO
Pepito siempre fue un buen tipo, pero nunca se la jugo por nada.
Cuando éramos pibes a veces para no discutir aceptaba ir al arco.
En la secundaria hacia la de él y se ponía nervioso cuando se gestaban las ratas generales. Y ya en la adolescencia, si de parte de alguno de los más bravos de la barra surgía la idea de un paga Dios, ni que hablar, se ponía como loco; y al final había que llamar al mozo y se pagaba.
Tuvimos un par de amigos desaparecido, pero cuando salía el tema se callaba. Y si alguien lo presionaba para que opine él siempre decía que los quería mucho…
Pero que seguramente en algo andaban…
Entre los quince y los dieciséis Pepito debuto con Carola, una piba muy bonita, pero atrevida y algo rápida. Era hija de padres separados y eso, en aquellos tiempos, le hacía arrastrar algunos prejuicios; y algunos traumas. Y aunque no era drogadicta, si podía, de vez en cuando le daba una pitada a la mariguana.
Estaban muy enamorados, pero Pepito dudaba.
En la escuela había conocido a Silvia, una buena piba, de buena familia, callada y muy educada, una de esas pibas especiales para formar una familia, tener hijos y una vida ordenada.
Su vida la paso con Silvia, pero me juego entero que a Carola nunca dejo de amarla, es más, seguramente hoy aún se debe estar preguntando qué hubiese pasado si por Carola, se la hubiese jugado…?!
Siempre prefirió un trabajo en relación de dependencia. Y que los problemas se los hiciera el patrón, pensaba. Decía que no entendía como podían dormir tranquilos los cuenta-partistas. Sin garantías de un obra social, un aguinaldo, las vacaciones, en fin, sin garantías de nada. Él prefería el sueldo fijo, menos dinero en el bolsillo, pero sin sobresaltos.
Además a muchos de los jóvenes de los 70´ nos habían inculcado que era más seguro pasarse la vida en la fábrica, ya que al llegar la jubilación tenías la satisfacción de la misión cumplida y te regalaban el reloj, o la medallita de plata.
Yo sé que estuvo muy entusiasmado con la Democracia, pero como pensaba que alguna vez podría necesitar una gauchada y sabía que en el sindicato eran todos peronistas; y que de última le darían una mano, aunque los muchachos no solo tenían mucho poder, sino que encima querían voltear la Democracia, prefería disimular sus convicciones y acompañarlos en las marchitas a la Plaza.
Aprovecho bastante bien el uno a uno, pero no se cansó de aclarar que al Turco lo voto solamente la primera vez. Nunca supimos a quien le puso en la segunda el sufragio…
Y como el 2001 nivelo para abajo. O sea, se robaron los ahorros de la inmensa mayoría de la clase media y él nunca había arriesgado, salió bastante bien parado, hasta perecía que había empatado.
Durante la década ganada estuvo en contra del modelito N&P, pero como nunca quiso problemas con nadie, jamás opino sobre la corrupción, ni la inseguridad, ni la demagogia, ni el populismo, ni nada, él siempre decía que de política, de fútbol y de religión no opinaba!!
Todo lo media y calculaba, un amigo mal pensado un día me dijo que prestara atención, que si te hacia un favor era porque al poco tiempo seguramente, para algo te necesitaba. Yo nunca lo pensé, pero…?
La cosa es que su estilo de vida le permitió pasar todas las tormentas casi sin mojarse, eso sí, claro que todo tiene un precio, “hasta el decidirse a no jugarse nunca por nada”.
Y llego a los 60, con la fábrica cerrad, sin reloj y sin medalla. Y lo que es peor, rogando llegar a poder jubilarse. Pero bueno, como él siempre dijo:
– Yo mientras no tenga compromisos la paso bien hasta de peón de algo.
Y debo reconocer que en algunas de esas duras etapas hasta llegue a pensar que esa filosofía parecía media envidiable.
Tampoco tuvo grandes amigos, apenas algún buen compañero que le quedó de la fábrica y alguno de esos de los de paso, de los casuales. Porque para tener amigos a veces, también hay que jugarse.
De sus tres hijos el mayor se fue a vivir a Europa.
A la del medio la ve muy poco, esta medio distanciada. La nena se casó con uno de esos pibes de plata, de esos cuyos papas manejan financieras y tienen varias propiedades. Prototipo de ganadores… ¿vieron?
Y parece que la guita se le subió al mate.
Y a el más chico la droga lo golpeo bastante. Me conto que hora está en una granja tratando de recuperase.
Anda muy confundido, lo vi hace unos días y lo note muy triste, como abandonado.
Me contó que cuando el nido quedo vacío Silvia le puso las cosas claras. Le dijo que hacía mucho que ya no sentía nada y que esta vida la tenía cansada. Que ahora que los chicos ya estaban grandes y habían volado necesitaba un poco de aire.
Ella también se fue. Vive con unas amigas y le dijeron que frecuenta nuevos lugares. Y que les parece que sale con un empresario separado. Uno de esos que se la jugaron…
Al final la vida de Pepito, tal cual la había deseado, no fue prácticamente nada agitada, fue más bien como pretendía, sin compromisos y asegurada. Casi tranquila, digamos…
Hasta podría incluso afirmarse que fue medianamente predecible y hasta bien planificada.
Es muy triste mirar hacia atrás y darnos cuenta de pronto lo rápido que se nos fue la vida.
Pero debe ser terrible darse cuenta que se te escapó sin penas ni gloria, sin aquel amor por el cual nunca te jugaste, sin amigos ni enemigos, sin triunfos ni fracasos, sin haber reído hasta las lágrimas, ni haber llorado como un papanatas.
Debe ser terrible darse cuenta que la vida se te fue inadvertida.
Que se te fue sin habértela jugado nunca, ni por nada…
Ignatius Bor.
(Cualquier parecido con alguna realidad, es pura coincidencia…)