LA ESTACIÓN DEL CORAZÓN.
Llega la estación de atardeceres
que invitando a recordar al corazón,
entremezclan la tristeza y la alegría
y esas nostalgias escondidas
que olvidamos esperando en un cajón.
Resbala melancólica la lluvia en el cristal.
La claridad se va apagando ante el retrato de un adiós.
Y aquellas hojas que a la calle enverdecían
ya tiñen de gris ocre otro verano que escapó.
Y en algún libro, algún obsequio,
o aquella vieja canción,
llegará el reproche o la certeza,
o la inevitable reflexión,
del aceptarse y aceptar;
que ya pasó;
que fue quizá la vida…
o el camino.
Que en definitiva, tal vez, fue lo mejor.
O que sencillamente…
Fue el destino que tocó…
Es la estación de reflexiones.
De la lluvia mojando corazones.
Del café enfriándose en la tasa.
De las hojas secas y las nanas.
Es el Otoño…
El Otoño…
Invadiendonos las almas…
Ignatius Bor.