A Veces, Solo a veces.

 

                             A VECES, SOLO A VECES

 

A veces me siento con tantos miedos y fantasmas,

con tantas culpas y tantos pesares.

Y obligaciones.

Con tantas responsabilidades,

tanta gente que me quiere; y que quiero.

Y que me cuida y a la que debo cuidar.

Con esa gran necesidad de estar solo.

O incluso, de no estar…

Con esa momentánea alegría y esa eterna duda del Ser.

Tan cerca de los míos; y tan distante a la vez.

Con ese gran vació y ese infinito misterio

de no saber que soy, ni porque;

ni tan siquiera, para que…?

 

Pero esto soy,

un “ordenado desorden cuántico”

que existe en un incomprensible

y hasta quizá inexistente infinito

al que llamamos tiempo y espacio.

En ese, a gatas, sospechado Universo conocido,

al que cada día confirmamos,

desconocer mejor.

 

Soy esta mente solitaria a la que impusieron un nombre,

unos números;

y una Patria.

Y lo llamaron, ciudadano.

Y lo rodean otros ordenados desórdenes cuánticos,

que parecieran ser idénticos, pero diferentes a la vez.

De pares que lo juzgan y aconsejan

y le enseñan que está mal y que está bien.

Y lo premian o castigan según un proceder.

Pero que nunca se cuestionan ni preguntan quiénes son?

Ni tan solo para qué…?

 

Soy simplemente algo,

que probablemente existe en alguna realidad.

O que solo es una experiencia, o una casualidad.

Que tal vez sea solo un error intencional,

o fatal.

Alguien que se sigue preguntando:

Si habrá un después…?

O si solo será un final…?

 

Pero esto soy,

el que por eso, a veces, sólo a veces,

se siente con tantos miedos y tantos fantasmas,

con tantas culpas y tantos pesares por comprender.

Y obligaciones.

Y que sigue preguntándose:

Si solo será un final…?

O si habrá un después…?

 

                                                                Ignatius Bor.

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *