UN NIÑO, TODAVÍA …
Mientras no entiendas porque nuestra especie
se ensaña así contra la naturaleza.
Y trata de transformarla y dominarla.
Mientras no te resbalen las ideologías,
pero tampoco te cieguen ni fanaticen.
Y puedas transitarlas indemne e incorruptible.
Mientras sigas sin entender la envidia,
ni el resentimiento, ni la ambición.
Mientras te duelan las hambrunas y las guerras…
Y ni siquiera entiendas porque
tenemos que luchar tanto por la paz…
Mientras disfrutes de la lluvia, el viento y el sol,
como lo hacen los bosques y los valles.
Y te haga tan feliz el invierno como el verano;
y la nostalgia y el color del otoño,
como el candoroso renacer de la primavera.
Mientras en tu alma conserves la inocencia.
Y tu ingenuidad aún te sorprenda.
Mientras mantengas ilusiones y sueños.
Y esperanza.
Y deseos.
Y sientas que nunca nada está perdido.
Y sigas confiando en que aún hay gente buena.
Mientras puedas llorar y reír y besar,
sin importarte el rededor, ni el qué dirán.
Mientras sigas siendo feliz con lo que te hace feliz;
y no necesites más que el amor y la comprensión
de quienes comparten tus días.
No importarán los años, ni los desengaños, ni las cicatrices.
Porque aún seguirás teniendo la dicha de ser un niño…
Todavía…!
Ignatius Bor.