ROMANTICISMO.
Romanticismo.
Una palabra casi olvidada.
Una palabra casi perdida en el frenesí de estos tiempos.
De estos vértigos.
Una palabra que pareciera avergonzarnos cuando se ama.
Cuando se siente.
Cuando se expresa.
Una palabra que unía almas.
Encadenaba emociones.
Desbarataba orgullos.
Enaltecía sentimientos.
Sonrojaba mejillas.
Revivía corazones.
Una palabra que nos hacía sentir mejores.
Romanticismo.
Un sentimiento que aún me invade.
Que pocos guardan.
Que otros esconden.
Que me acaricia con sus canciones.
Me enternece con sus recuerdos.
Me ayuda a volar en sueños.
Me devuelve viejos amores.
Que me da paz en medio del miedo.
Y que hasta me hace niño de nuevo.
Romanticismo.
Hoy ya un secreto.
Casi un misterio.
Y un bienestar que me sube al cielo.
Ignatius Bor.