FUISTE EL DESPERTAR
Al fin descubrí que no te amé a Ti
si no al amor que yo sentí por Ti.
Del inmenso amor que mi imaginación creo en Ti.
En tu persona, en tu imagen.
Fuiste mi más bella historia de amor.
Fuiste aquella parte importante
en la más importante parte de mi vida.
Envolviste e iluminaste el mundo que nos rodeó.
Aquel mundo de amigos leales y aventuras viscerales.
De almas sencillas y sueños llenos de esperanzas y colores.
Aquel mundo donde todo estaba por llegar…
Hasta esos sueños, llenos de colores…
Pero no me enamore de Ti,
si no del amor que yo sentí por Ti.
Del nirvana que esa sensación me provocó.
Amor inocente, inconsciente, absoluto, único.
Extrañe, sufrí y guarde conmigo durante tantos años
aquel profundo amor…
Pero de eso me enamore…
Me enamore de ese gran amor.
De aquella gran pasión…
De esa ingenuidad que después partió…
Trajiste a mi corazón epopeyas épicas de emociones nuevas.
Fuiste mi ilusión adolescente encarnada en tu candor
Invadiste aquellos años con la más fuerte pasión.
Fuiste esa ilusión que materializó mi esencia
y así, solo en tus labios pude beber de Ella…
Fuiste dulce nostalgia en la más mágica de mis épocas.
Fuiste aquel despertar inmaduro, atrevido, alegre,
del que siempre me negué a despertar…
Tal vez fuiste el camino que ese amor recorrió.
Tal vez fuiste el río que aquel amor navego.
El mismo río, en el que aquel amor naufrago.
Tal vez te use como excusa?
Tal vez te use de disculpa?… No sé?
Perdón y gracias por lo que fuimos.
Pero hoy ya puedo recordarte en paz.
Al fin comprendí que no me enamore de ti
si no del amor que yo sentí por ti.
Que me enamoré de amarte.
De aquel amor adolescente.
De aquel amor inocente.
De aquella dulce melancolía.
De aquella esencia del despertar.
Ignatius Bor.