Querido Idiota

 

                                                                             QUERIDO IDIOTA

 

Antes de comenzar a leer este asunto que me gustaría relatarles y para evitar malestares y confusiones, deberíamos primero ponernos de acuerdo respecto a la definición o significado de la palabra IDIOTA.

Para ello busque la misma a través del Diccionario de la Real Academia Española, encontrando lo que a continuación les transcribo:

Idiota [i’ðjota] persona que padece de idiotez, que es poco inteligente y molesta con su actuar o sus dichos

Adj. Ignorante.

1 Corto, simple, lelo, alelado, tocho, imbécil.

Se aplica a la persona de poca inteligencia, así como a sus actos.

 

2 Coloquial estúpido, tonto*, bobo*, necio.

Se aplica, como insulto, a la persona que actúa de manera indiscreta o inoportuna:

¿Por qué se lo has contado, eres idiota o qué?

No seas idiota, yo nunca dije eso.

Adj.: idiota relativo a estas personas

Hizo una pregunta realmente idiota.

 (Del lat. idiōta, y este del gr. ἰδιώτης).

  1. adj. Que padece de idiocia. U. t. c. s.
  2. adj. Engreído sin fundamento para ello. U. t. c. s.
  3. adj. coloq. Tonto, corto de entendimiento.
  4. adj. desus. Que carece de toda instrucción.

 

Idiota: adj. /s. com. Se aplica a la persona que está escasa o carece de inteligencia, que es torpe de entendimiento. Estúpido, imbécil, tonto.

Frecuentemente usado como insulto.

Podríamos seguir analizando cosas tales como que en la Antigua Grecia llamaban así a quienes no intervenían en política y solo se dedicaban a atender sus problemas particulares, ya que no tenían nada que aportar como ciudadanos a los demás.

Digo esto porque en gran parte, muchos de los que leen estas líneas compartirán que a ustedes mismos, o gente muy allegada y muy querida, solo les importan sus problemas, los entretenimientos, el consumo, etc., y no les mueve intervenir en temas sociales y menos aun si son políticos.

Para dejar más claro aun el concepto, yo en lo personal acepto mi completa Idiotez e Ignorancia respecto a la vida de quien está considerado como el mejor jugador de fútbol del mundo.

O mi ignorancia respecto a la asepsia que se debe realizar en una cirugía de corazón abierto, comparado con el conocimiento de un especialista. Es más, mi idiotez o ignorancia respecto a cómo se debe proceder al higienizar un espacio público. Doy dos ejemplos simples, pero a la vez extremos, para que se entienda que todos somos idiotas o ignorantes en algún tema o punto y todos a la vez iguales y necesarios para el otro.     

Pero de continuar extendiéndonos en el significado de la palabra idiota, esto se transformaría en una intensa y profunda investigación y lo mío es mucho más simple.

Bueno, como ya tenemos más o menos claro que es ser idiota y según los diccionarios coincidimos en que significa, vamos al relato.

Por distintas razones soy una persona reacia a viajar y a practicar el turismo, por eso cuando alguien me aconseja, así considere por mi bien y con la mejor onda que deba hacerlo, trato de no entrar en cuestiones, evitando exponer mis razones y explicar gustos y costumbres personales y que además, a los demás no creo les importen demasiado.

Hace unos días, compartiendo una de esas reuniones a las que por cortesía, compromiso o respeto no se puede dejar de asistir, entre uno de los temas tratados y tratándose un lugar donde había mucha gente, la que creía que por tener dinero no era tan común como el resto, salió el tema de los viajes y el turismo.

Luego de las presentaciones de rigor:

   – Dr. Fulano de Tal, mucho gusto.

  – Licenciado de Tal, igualmente.

  – Etcétera….

 Todo comenzó como de costumbre, contándose anécdotas sobre sus profesiones y termino, también como de costumbre, en una encarnizada compulsa por demostrar quién era el mejor, quien poseía más, quien conocía mas y como diría Serrat…. Quien la tenía más grande.

Un mosquito que zumbaba alrededor de mis oreja ya me estaba molestando lo suficiente como para haberme hecho pegar tres cachetazos en vano en mi oreja derecha.

Uno de mis dos amigos ya me había advertido, semanas antes, que justo para esta noche estaría descompuesto y el otro no iba a poder asistir, aunque aún no había encontrado bien el porqué.

Como yo era el más amigo, del amigo que estaba invitado y no me gusta mentir (no dije inventar!!!), allí estaba.

Las horas no pasaban, el mosquito me pico y se fue, la oreja me quedo roja, la comida no era de mi agrado, la conversación de la cual participaba contaba con cuatro genialidades y mi amigo, (al que tuve que acompañar) y se empezó a poner muy densa para mi agrado, por lo que ya estaba comenzando a estar bastante molesto conmigo mismo por no irme.

Para cuando terminaron de redistribuir un poder que ninguno poseía, y contar dinero del que con suerte suyo seria la décima parte, ya que el resto lo debían a distintos bancos, financieras y tarjetas de crédito (eso sí, de las doradas), llego el momento del placer, la cultura y los viajes.

Cada uno desarrollo sus incomparables experiencias, desde EEUU a Europa, sin dejar de conocer lugares tan caros y lejanos al alcance del populacho como La India, China, los Países Árabes y algunos otros lugares que no recuerdo.

Que yo recuerde, ninguno nombro, Santa Teresita, Las Toninas o Tandil.

Seguramente ante mis reiterados gestos de:

  • Huyyy, que bien!!!
  • Pero mira vos!!!
  • No sabía….

Y mis profundos silencios, estaban preguntándose si yo era medio mudo, era muy tímido, o me dolía algo. Entonces comenzaron las inevitables y ponzoñosas preguntas.

Claro, yo no había ido a ningún país, por lo que no conocía hoteles siete estrellas en lugares exóticos, ni cene en los mejores restaurantes de las grandes ciudades, ni había pasado por edificios inteligentes que no me interesaban, en fin, era para ellos un pobre descolgado.

Mi amigo, el idiota (ya sabrán porque), pensando que yo me sentiría abrumado y mal con mi pobreza turística ante tanta abundancia, e intentando ponerme en un buen lugar ante esta gente, no tuvo mejor idea que explicar que por ejemplo, que yo no viajo en avión. (Ver definición 2, remarcada):

2 Coloquial estúpido, tonto*, bobo*, necio.

Se aplica, como insulto, a la persona que actúa de manera indiscreta o inoportuna:

¿Por qué se lo has contado, eres idiota o qué?

 

Por supuesto me contuve de hablar o explicar.

Comenzaron entonces a darme todo tipo de concejos, instrucciones y recetas, a saber:

  • No seas tonto, te tomas una pastillita y cuando te despiertas estas ahí.
  • No sabes lo que te pierdes…
  • No podes dejar de conocer….
  • Ni de visitar…..
  • Y ya que estas por ahí, te haces un toque y conoces también…
  • Es una experiencia única.

Aunque yo ya estaba pensando en cómo rajar de ahí, todo iba tolerable hasta que uno de ellos, muy distinguido y con una vos muy bien puesta, me afirmo:

  • No puedo creer que si alguien tiene realmente posibilidades de viajar se niegue a conocer otros lugares, otras culturas (recuerden la frase). En fin, si es así, es una lástima, Che.!!

Los mire. Les agradecí sus sugerencias y les pregunte porque pensaban que yo no conocía?

La respuesta era lógica (para ellos), porque acababa de decir mi amigo, el idiota, que yo no viajo en avión y que no me gusta viajar!!!

Le pregunte a este Sr., supuesto conocedor de oriente, algo tan elemental como si conocía las cuatro verdades de Buda. Luego de escucharlo no decir nada durante su locución, le volví a preguntar y me respondió que estábamos en el siglo XXI, que me ubique (recordar el concejo).

Les pregunte entonces a los demás, incluido mi amigo y ninguno sabía.

Ya que habían viajado por Oriente aproveche para preguntarles que opinaban sobre las discusiones filosóficas del Taoísmo, el Budismo y el Hinduismo. Si alguno había logrado interpretar las reflexiones de Lao Tse. Si habían podido disfrutar de algunas de las enseñanzas del Tao.

Les consulte sobre qué experiencia, o que sensación les causo, o trajeron sobre Bhagavad Gita, Confucio. Sobre la sumisión y el entendimiento que adoptaron, ante el sufrimiento, estos pueblos.

Respecto de Europa, ignoraba que pudieran no conocer nada sobre LA REPUBLICA de Platón, las Odiseas, las teorías de Anaximandro sobre la descendencia del pez…

Les consulte sobre Sócrates, Aristóteles y Descartes, sobre Rousseau y su Contrato Social.

Sobre que rescataban ellos de la influencia musulmana en la cultura, las ciencias y la política de los países europeos, luego de haber estado bajo sus dominios. Y para no ser un desubicado, como había dicho el Sr…, viniendo más acá, le pregunte por Hegel, Nietzsche, Camus y Ortega y Gasset, (Ver 1 – 2)

  1. adj. Que padece de idiocia. U. t. c. s.
  2. adj. Engreído sin fundamento para ello. U. t. c. s.

 

Inmediatamente y utilizando sus mismas palabras, les sugerí, que ya que les sobraban las posibilidades, sobre todo económicas, “aprovecharan, se dejaran de viajar y que realmente conocieran”.  Ya que es menos incomodo, menos peligroso, mucho más económico, mucho más grato y sobre todo no hay que tomar pastillitas.

Les tuve que explicar que preparar valijas, hacer colas en aeropuertos, que me revisen el equipaje, me obliguen a sacar la ropita y me observen los huesos y las viseras sin que yo lo elija, o necesite, como si fuese un delincuente, no es justamente de mi agrado.

Que meterme entre doce y dieciocho horas adentro de un caño con ventanitas  a miles de metros de altura (como maravillosamente lo definió uno esos GRANDES AMIGOS QUE ME REGALO LA VIDA), para llegar a un lugar físico, a ver lo mismo que le vendieron a ellos. Como así también  lo hacen con un extranjero consumidor de turismo, que viene hasta acá para ver LA CANCHA DE BOCA, EL CABILDO, LA PLAZA DE MAYO, las PALOMITAS de la PLAZA, a HEBE DE BONAFINI, EL CALAFATE y LAS CATARATAS. Y vuelven diciendo que conoce Argentina….

A mí, no me interesa…. (Ver)

Idiota [i’ðjota] persona que padece de idiotez, que es poco inteligente y molesta con su actuar o sus dichos

Adj. Ignorante.

Idiota: adj. /s. com. Se aplica a la persona que está escasa o carece de inteligencia, que es torpe de entendimiento. Estúpido, imbécil, tonto.

Frecuentemente usado como insulto.

 

Puse fin a la reunión, salude a mi amigo y me retire sin escusas.

Me llamo al otro día para consultarme si estaba molesto por algo. Le dije que ya se me había pasado y que le estaba escribiendo unas líneas que le enviaría a la brevedad.

He aquí lo enviado y la conclusión del relato:

 

Querido Idiota:

Ante todo te cuento que yo estoy muy bien y que considero que por ser mi amigo, debo expresarte lo que pienso respecto a la reunión a la que te debí acompañarte la otra noche y a los concejos y comentarios que tus colegas, clientes y no sé que mas, me brindaron con mucho respeto y consideración.

Yo soy un idiota en muchos aspectos, incluso en cuestiones de viajes y turismo, pero no ando por la vida aconsejando a idiotas, idioteces sin sentido.

Entre otras cosas, escuche decir que nadie debería dejar de sentir la sensación que provoca esquiar en los Alpes Suizos, o el navegar por el Rio Nilo, o estar parado en Atenas pisando los siglos de historia que hay bajo tus pies. Y ni que hablar cuando se refirieron a sus viajes por Tierra Santa.

En primer lugar y como buen idiota que soy, seguramente nunca entenderé la diferencia entre esquiar en Suiza o en Bariloche. En navegar por el Nilo o por el maravilloso Delta Argentino o el Rio Paraná, que además quedan mucho más cerquita.

Si se me ocurriese hospedarme en un Hotel, no sé cuantas Estrellas, por aquí seguramente encontraría varios.

Note también que ninguno, vos incluido, conocía sobre las preguntas que les hice respecto al espíritu de esos lugares que visitaron, sus antepasados, sus costumbres, su historia, sus grandes pensadores, su religión, sus tradiciones y así podría continuar, con algo más que filmaciones, fotos y paisajes.

Ahora bien, ninguno, y menos vos con lo que me conoces, me pregunto ¿Cómo podría yo gozar esquiando en los Alpes Suizos o navegando en El Nilo, cuando aquí hay niños que mueren cada hora, ya ni siquiera por inanición, sino por la falta de buludeses elementales que no les damos?

Y para ser más claro, me refiero a comunidades indígenas y no a piqueteros, sindicalistas y vagos, procreadores de hijos, a los que otros les debemos mantener. Esto sin intención de entrar a polemizar, porque claro, estas minucias a ustedes no les interesan y yo nuevamente me estaría desubicando. (Recordar el consejo)

Generalmente, pasa que alguien viaja a un lugar determinado o elegido y vuelve enamorado, obnubilado, con la intención y pensando que ese lugar que conoció es maravilloso, que es el mejor de la tierra. Que el día de mañana si puede se iría a vivir allí (y no importa la edad del viajante).

Eso ocurre porque solo vio lo que le quisieron mostrar, o lo que fue a buscar, lo superficial, los paisajes, los puentes, las ciudades.

Viajar es una cosa y hasta puede ser un placer que no muchos se pueden dar.

Conocer es otra cosa. Conocer, es trabajar allí, luchar, convivir, sentir, compartir, entender, comprender sus historias, sus tradiciones, sus sufrimientos, sus filosofías.

Hoy con el poder adquisitivo de esta gente, la tecnología, un poco de tiempo e  inteligencia para vivir y una mínima búsqueda de conocimiento, o de sabiduría, no hace falta hacer valijas y sufrir horas arriba de un caño con agujeritos para conocer.

Se pude conocer sin viajar, hoy tenemos la dicha de poder conocer desde nuestras casas, pero no por haber viajado siempre se ha conocido.

El dinero facilita el acceso a muchas cosas, incluso a libros, colecciones, etc., pero si no los lees, con dinero no se puede comprar el conocimiento y mucho menos, la sabiduría.

Mi querido Idiota, yo soy un idiota que elige el placer de conocer, antes que el de viajar y no espero que me entiendas.

Te mando un fuerte abrazo.

 

                                                                                                                           Ignatius Bor.

 

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